Especial para AUTOMOTOR PRO / LUIS FERNANDEZ /

En Balcarce, tierra natal del quíntuple campeón mundial Juan Manuel Fangio, la pasión por los motores se fusiona con un nuevo protagonista: el vino de altura.
La ciudad serrana, reconocida como epicentro del automovilismo argentino, fue escenario de un encuentro único que unió dos universos aparentemente distantes: la historia rugiente de los autos de competición y la sofisticación tranquila de una degustación en viñedos.
El escenario: Balcarce, entre sierras y circuitos
Balcarce, al sudeste de la provincia de Buenos Aires, es mucho más que una ciudad agrícola y ganadera. Su identidad está marcada por la velocidad y la tradición automovilística.

Allí se levanta el Autódromo Juan Manuel Fangio, enclavado en la Sierra La Barrosa, y el Museo del Automovilismo Juan Manuel Fangio, considerado el más importante del mundo dedicado a un piloto de competición.
Con más de 4.900 m², el museo narra la trayectoria del “Chueco” desde sus humildes inicios hasta la conquista de cinco títulos de Fórmula 1. Es un templo que guarda piezas únicas y que, en esta ocasión, trasladó dos joyas de su colección a un escenario inesperado: un viñedo.
Dos íconos sobre ruedas: la Coupé Ford V-8 y el Gordini T15
La exhibición presentó dos vehículos que resumen la carrera de Fangio en sus etapas más decisivas.

- Ford Coupé V-8: Con el número 46 símbolo del Turismo Carretera argentino, con la inscripción “Balcarce”. En los años 30 y 40, estas carreras de ruta eran pruebas de resistencia y mecánica. Allí Fangio forjó su habilidad, su temple y su conocimiento técnico, cualidades que luego lo distinguirían en Europa. Esta Coupé es el vínculo directo con sus raíces y con la ciudad que lo vio nacer.
- Gordini T15: monoplaza francés que marcó su entrada al automovilismo internacional. Aunque sus mayores glorias llegaron con Alfa Romeo, Maserati y Mercedes-Benz, la colaboración con Amédée Gordini fue clave para abrirle las puertas del Viejo Continente. Con motor de cuatro cilindros y diseño aerodinámico, este coche fue el inicio de la era en que Fangio comenzó a ser reconocido como “El Maestro”.

El nuevo protagonista: Vinos con identidad
El marco de esta exhibición fue Bodegas y Viñedos Balcarce, un proyecto vitivinícola que está revolucionando el sureste bonaerense. Impulsado por Martín Muñoz y Cecilia Fernández, el emprendimiento interpreta un terroir único: clima templado oceánico y suelos de arcilla y tosca, condiciones que permiten elaborar vinos de alta gama.
La línea de vinos, bautizada “Séptimo Chukker” en referencia al polo, ya cuenta con cepas de Cabernet Franc, Sauvignon Blanc, Semillón y Tannat. Sus etiquetas han obtenido la Indicación Geográfica (IG) Balcarce, un reconocimiento que consolida la calidad de esta joven bodega.

La conjunción perfecta: historia y sabor
El contraste visual fue impactante: la robustez de la Coupé V-8 junto a la elegancia del Gordini T15, rodeados por hileras de vides que anticipan una cosecha prometedora.
La adrenalina de la historia del motor se unió a la calma reflexiva de una cata de vinos, en un evento que simboliza la riqueza y evolución de Balcarce.
La ciudad, que siempre fue un pilar de la historia automovilística mundial gracias a Fangio, ahora se proyecta como referente en la producción de vinos de excelencia.
Fue un encuentro donde la velocidad del pasado se degustó con la promesa de la tierra, recordando que toda gran pasión —ya sea en la pista o en la copa— nace de la visión de un pionero en su terruño.
